domingo, 7 de septiembre de 2014

Flores

Vengo del cementerio y es primavera.
Las flores se encarecen en los días especiales.
Pero hoy le compré las más lindas
las más anaranjadas y amarillas
al chico apostado en la esquina.
Es un paso crucial para vender flores.
Tiene un canasto de mimbre
con todas las que uno quiera.
En la venta del cementerio
compré un ramo más
para completar la fiesta.

Es el día de los muertos.
Cargada de flores me preparo.
El aliento se distribuye
mientras combino los ramos.
Las lápidas son materia
que se dibuja muy lento.
Atrás los que se desvisten
son como refucilos, como botones
que bailan sueltos de cuerpo.

Todas las flores del mundo
no son nada más que flores.
Por los pasillos, en los malvones
en el retro de los molinillos
saturando todos los colores

hay una fiesta.


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